sábado, 27 de septiembre de 2008

La acción de la gravedad sobre el dolor de espalda


POSTURA ERECTA Y LÍNEA DE CARGA
En el individuo puesto en pie, la línea de gravedad o línea de carga pasa por la articulación entre el cráneo (occipital) y la primera vértebra cervical (atlas).

Esta línea pasa por detrás de la zona cervical, por delante de la columna dorsal y por detrás de la zona lumbar hasta llegar a la segunda vértebra sacra (S2). En todo este trayecto se ha cruzado con las curvas de la columna en la séptima vértebra cervical (C7) y en la décima dorsal (D10). Cuando llega a las extremidades inferiores la línea de carga pasa por detrás de la cadera y por delante de las rodillas y el tobillo hasta llegar al punto de contacto con el suelo en los pies. Cuando la línea de carga está formada por los puntos correspondientes a C1, C7, D10 y S2 decimos que la postura es equilibrada y la carga se transmite de forma equilibrada.



Todo este sistema formado por las extremidades inferiores, la pelvis y la columna vertebral está en “armonía”. Cuando ocurre una alteración en cualquiera de ellos (deformación de una vértebra, músculos del muslo acortados,...) las condiciones estáticas cambian y entonces el peso del cuerpo, por efecto de la gravedad, actúa en forma agresiva.



Para evitar esta acción nociva se buscan mecanismos (inconscientes) para mejorar el confort del apoyo y de la marcha. También aparecen de forma progresiva actitudes compensadoras en los segmentos más móviles del sistema (basculamiento de la pelvis, aumento de las curvaturas lumbar y cervical,...). Por ejemplo, las basculaciones de la pelvis, estructurales o funcionales, son la causa frecuente de cambios en el equilibrio del sistema columna vertebral-pelvis-extremidades inferiores; como ocurre con las cifosis del adolescente por acortamiento de los músculos isquiotibiales.
Sin embargo no debemos olvidar que el cuerpo humano no es un elemento estático sino que se encuentra en permanente movimiento. De hecho, la línea de gravedad que se ha descrito es la resultante de sumar todas las líneas de gravedad que se producen en el movimiento oscilatorio del cuerpo.



En las clases de yoga aprendemos que la postura más importante es tadasana ( postura de la montaña) ya que en ella corregimos y reeducamos las líneas biomecánicas que han sido desplazadas de su eje por efecto de malas posturas y tensiones o déficit muscular. Si logramos realizar correctamente tadasana, tendremos un 50 % ganado en la lucha contra el dolor de espalda.Y no habrá que olvidar, que para aprender a estar erguidos sin dolor, el maestro Iyengar decía que debíamos escuchar a nuestro gran gurú : la gravedad...

Nanasté!

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